Llegó la hora - de entrar al club -
La muerte nos espera a todos algún día... aunque podría burlarla como Schwarzenegger en el sexto día y clonarme hasta aburrirme, pero la idea es mantener la misma conciencia y no tener que distribuir tu herencia entre más personas (si hay una claro). También podría irme por el camino normal de “Trascender por tu hijos”, pero esa nunca nadie se la ha comprado. Reencarnación tampoco cuenta porque ¿cuál es la gracia en ser un ratón?, menos mal que uno no se acordaría de nada, sino seria un roedor deprimido. Tratar con el diablo suena interesante, pero siempre hay efectos secundarios: perdida de alma, familiares, fortuna, caída del cabello, odio de los animales o por último el insufrible olor a azufre; así que sáquenme de esa lista.
Lo único que me queda es evitar la muerte a toda costa y tomar ciertas precauciones, como no salir en fechas funestas como martes/viernes 13, 11 de septiembre, ir al mall en el día del niño, al centro de santiago el 24 de diciembre o pararse afuera del Hotel O’Higgins cuando viene Chayane.La otra forma es previendo mi muerte inminente, el reloj de la muerte te dice cuál es tu hora fatal (si, hasta con segundos) basado en tu edad y cuanta grasa tienes en vez de saludable musculatura, yo por ejemplo estiraré la pata el 15 de Diciembre del 2053… espero que sea por el fin del mundo, de puro picado quiero que todos se mueran conmigo.
Otra forma de saberlo es usando el cálculo de la muerte por cafeína en Energy Fiend, aunque no tome café igual una miserable e insípida Sprite tiene dosis letales. Por ejemplo 385 latas de Coca Cola me despacharán y 2618 vasos de leche con chocolate harán lo mismo. Se supone hay que tomarse todo en una sentada antes que tu cuerpo elimine la cafeína así que me aseguraré de no estar todo un día en Starbuck tomándome 109 de sus tazas de café, aunque por otro lado podría ganar velocidad supersónica como Fry en Futurama.


















