Asi es la vida del estudiante - Volúmen 2

Va la segunda pata

me preocupé de sacarle una foto para mostrar como quedó mi pobre raqueta, quebrada en tres partes e inutilizada para siempre (a menos que quiera tener un matamoscas glorificado). Estaba en una carrera loca por poder jugar dos sets en la miserable e irracionalmente cara hora de cancha santiaguina (6 - 7 lucas) cuando luchando por recuperar mi honra al perder el primer set 6-4 (yo iba 5-0 ganando el segundo), en un saque salió disparada la raqueta directo al suelo.

Como se puede ver el daño es irreparable... ni siquiera un extreeme makeover podría recuperarla. No importa, tendré otra ya que mi pc volvió de las cenizas.

Ya que voy a postear imágenes de viajes decidí cambiar el perfil... tal vez por última vez, por un look más internacional (en realidad es mi misma ropa de siempre). Tengo muchas fotos, ese es el problema de las cámaras digitales y sobre todo de las celulares, le saco foto hasta al perro cagando, pero lo bueno de ello que como al menos el 1% de las cosas que saco son visibles sin sentir vergüenza ajena tengo muchas fotos dignas :)

Ya conté de mi ardua travesía por los cerros de Budapest, en la que pensé falsamente sería asaltado, violado y que saldría en el noticiero del mega (no se cuál es peor). Resultó que la cosa era tranquila a pesar de tener como todo el mundo sus problemas de basura y rayado subversivo está claro que las barras de fútbol no llegan hasta allá, eso si tienen sus problemas de satanismo como todo país que se respete.

Durante toda una mañana y una tarde, ya que me echaban del hotel a las doce del día, me dediqué a recorrer la ciudad. En eso me fui por la rivera del río y caminé demasiado, andaba con unas zapatillas compradas hace poco de suela más bien delgada y toda la rivera estaba compuesta por piedras así que sufrí con cada paso que di y casi dejé sudor y sangre en mi travesía... está bien puro sudor (cargaba... mochila, notebook, cámara, polerón, ipod, poleras, libros de la conferencia, celular y no se que cresta más). Sin embargo todo eso es nada ante semejante vista, incluido un monumento vivo (casi) de los ejecutados en la rivera, como se puede ver decenas de zapatos cubiertos en brea como testimonio a la matanza por los gobiernos anteriores.

De vuelta fue el mismo camino, piedras y dolor...